
Desde una reflexión teórica, el artículo evidencia la influencia de la tecnología en la evolución del espacio de recepción televisiva, exigiendo a los investigadores del campo un mayor nivel de formación ante la responsabilidad que conlleva el momento actual. Finalmente insinúa líneas de acción para aquellos que persiguen contribuir a que las nuevas audiencias alcancen la competencia mediática en un escenario de convergencia digital, que impone nuevos retos y múltiples posibilidades. El trabajo se centra en la sociedad digital en un contexto de convergencia digital esbozando los profundos cambios sociales en el que surgen nuevas audiencias, a veces escasamente cualificadas para afrontar estos universos digitales. Sin duda, está emergiendo una nueva generación, que se vislumbran autodidacta, con jóvenes capaces de comunicarse y producir con los dispositivos tecnológicos a los que tienen acceso, a veces con escasas competencias mediáticas. Este, hasta hace poco tiempo, inimaginable contexto se dibuja por la nítida desigualdad entre nativos y migrantes digitales, en una doble condición de responsabilidad, porque las nuevas posibilidades de acceso, distribución, consumo y producción de información y conocimiento exigen un re-planteamiento de preguntas, estrategias y participación, ante unas audiencias más expuestas y menos formadas.
- Tipo: Artículos
- Fecha de publicación: 20/10/2012
Desde una reflexión teórica, el artículo evidencia la influencia de la tecnología en la evolución del espacio de recepción televisiva, exigiendo a los investigadores del campo un mayor nivel de formación ante la responsabilidad que conlleva el momento actual. Finalmente insinúa líneas de acción para aquellos que persiguen contribuir a que las nuevas audiencias alcancen la competencia mediática en un escenario de convergencia digital, que impone nuevos retos y múltiples posibilidades. El trabajo se centra en la sociedad digital en un contexto de convergencia digital esbozando los profundos cambios sociales en el que surgen nuevas audiencias, a veces escasamente cualificadas para afrontar estos universos digitales. Sin duda, está emergiendo una nueva generación, que se vislumbran autodidacta, con jóvenes capaces de comunicarse y producir con los dispositivos tecnológicos a los que tienen acceso, a veces con escasas competencias mediáticas. Este, hasta hace poco tiempo, inimaginable contexto se dibuja por la nítida desigualdad entre nativos y migrantes digitales, en una doble condición de responsabilidad, porque las nuevas posibilidades de acceso, distribución, consumo y producción de información y conocimiento exigen un re-planteamiento de preguntas, estrategias y participación, ante unas audiencias más expuestas y menos formadas.
Yamile Sandoval y José Ignacio Aguaded
Universidad de Huelva